¿Qué es la adolescencia? ¿Cuáles son las principales causas y riesgos de la rebeldía en los adolescentes? ¿Qué tipos existen y cómo lidiar con estas conductas desafiantes?
La adolescencia es la etapa del desarrollo que comprende el período de transición entre el final de la pubertad y el inicio de la vida adulta. Es una etapa llena de cambios, tanto físicos y psicológicos, como sociales. Se considera uno de los desafíos más difíciles al lidiar con las conductas rebeldes, los cambios de humor, comportamientos de resistencia hacia las figuras de autoridad, desobediencia frecuente de reglas o incumplimiento de acuerdos.
Las principales causas de esta rebeldía se presentan como resultado a los constantes cambios físicos y hormonales que se enfrentan en esta etapa, la presión social y el sentimiento de incomprensión que los adolescentes manifiestan a sus familias. La inmadurez, la inestabilidad emocional y una autoestima deficiente, los hace sentir al borde de la desesperación. Esta actitud desafiante, es una rebeldía adaptativa que se puede tornar positiva o negativa dependiendo del propósito y la intensidad de los riesgos.
¿Cuáles son los tipos de rebeldía más comunes?
- Rebeldía Agresiva: Aliviar los problemas haciendo sufrir a los demás, de forma violenta.
- Rebeldía Regresiva: Protestar muda y pasivamente, por inseguridad y miedo, busca la reclusión en sí mismo y la resistencia a nuevas responsabilidades.
- Rebeldía Progresiva: Aceptar las reglas, pero desde la comprensión, el análisis de decisiones y las críticas para mejorar las injusticias. Busca los valores en la libertad con responsabilidad.
- Rebeldía Transgresiva: Luchar contra las reglas y la sociedad, por egoísmo y ventaja propia.
Se considera normal la presencia de conductas rebeldes en los adolescentes. Buscan definir su identidad y defender su privacidad, disfrutando más el tiempo a solas o con amigos, que con la familia. Se identifican con gustos diferentes o contrarios a sus padres para sentir su independencia y evitan seguir todas las normas impuestas o algunas responsabilidades para medir personalmente las consecuencias. Frecuentemente actúan por impulso, los altibajos de emociones pueden dominar sus acciones sin pensar en los riesgos. Este punto puede ser crucial para caer en las adicciones o prevenir peligros innecesarios.
Los factores de riesgo para desarrollar adicciones a drogas o sustancias nocivas incluyen antecedentes familiares de abuso, trastornos psicológicos o conductuales, como depresión, ansiedad, comportamiento impulsivo, antecedentes de eventos traumáticos, rechazo social, baja autoestima o hiperactividad.
¿Qué consecuencias negativas puede provocar el abuso de drogas?
- Farmacodependencia: Consumo por necesidad orgánica. Desarrollar síndrome de abstinencia frente a los intentos por dejarlas.
- Problemas sociales: Falta de criterio en interacciones sociales, rechazo social, peleas violentas y disminución de rendimiento académico.
- Sexualidad de alto riesgo: Actividad sexual sin protección, aumento de abusos sexuales, contagio de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
- Accidentes: Entorpecer las actividades motoras e incrementar los riesgos físicos por golpes, caídas, accidentes automovilísticos o lesiones graves.
- Trastornos psicológicos: Aumentar el riesgo de desarrollar trastornos de salud mental, empeorar los síntomas o sufrir de fluctuaciones emocionales intensas.
¿Cómo lidiar con las conductas rebeldes adolescentes?
- Comunicación: Fomentar la apertura para expresar dudas, sentimientos o frustraciones. Esta etapa se puede acompañar de tristeza, confusión, miedo, soledad o incluso depresiones más fuertes. La confianza para compartir estas emociones personales y la búsqueda de soluciones para cada una de las aflicciones del adolescente, pueden crear un ambiente favorable para sobrellevar este período, lejos de los excesos y peligros.
- Empatía: Esfuerzo por comprender el punto de vista de los involucrados. Crear lazos de confianza, con una guía firme y adecuada, puede acercar y mantener en alerta a los padres.
- Negociación: La injusticia, la imposición y la autoridad rígida, cierran las puertas de la comunicación, dejando espacio para las mentiras y los chantajes. Los reglamentos y límites realistas, conforme cada etapa, logran mejores resultados. Para ello, no se trata de ceder o prohibir, si no de escuchar a los adolescentes y decidir en qué situaciones se puede negociar y definir las condiciones asertivamente. El cumplimiento de estos acuerdos puede promover la negociación positiva de forma progresiva.
Si los comportamientos desafiantes persisten, ponen en peligro su vida o estabilidad emocional, es necesario acudir al especialista, para recibir apoyo terapéutico profesional. Para mayor información, enviar consulta vía inbox.
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