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Emociones: ¿Cómo reaccionar ante el enojo?

El papel de las emociones en nuestras vidas, es fundamental. A pesar de que existen diferentes expresiones faciales y corporales para cada una de ellas, en todas las culturas hay un lenguaje similar. Varían un poco en función de género, componentes conductuales y herencia genética.


En términos psicológicos, nuestro comportamiento y sus reacciones voluntarias son aprendidos inicialmente de nuestro entorno familiar, social y cultural. Es así como aprendemos a enfrentar nuevos retos, a disfrutar de los logros y motivaciones personales, a relacionarnos con los demás, así como reaccionar a lo que el mundo nos hace sentir. Por ello, es importante aprender también a manejar nuestras emociones, para evitar graves consecuencias.



El autocontrol es la habilidad de dominar emociones, pensamientos y comportamientos propios. Se considera uno de los pilares más importantes de la inteligencia emocional. Y el enojo, es una de las emociones básicas más intensas, esto la convierte en clave esencial para practicar el control de impulsos. Las siguientes estrategias son realmente efectivas, si se practican con regularidad.


¿Cómo manejar el enojo con inteligencia emocional?

  1. Pensar, antes de hablar. Reflexionar un momento para ordenar los pensamientos, antes de hablar desde la rabia y esperar el futuro arrepentimiento.

  2. Identificar soluciones posibles. Dar rienda suelta al enojo solo complicará la situación en cuestión. Buscar propuestas de solución y negociar al respecto minimizará las consecuencias negativas.

  3. Expresar el enojo de forma asertiva. Pensar con claridad, una vez en calma, compartir la frustración sin confrontar agresivamente, de manera clara y directa, sin ser ofensivo con los demás.

  4. Pensar en un futuro inmediato. Recordar que todas las acciones tendrán sus consecuencias, es una estrategia muy eficaz para evitar el desborde emocional.

  5. Evitar rencores pasados. El resentimiento opaca el sentido de justicia, por lo tanto, acciones del pasado pueden reactivar corajes y sobrecargar de emociones negativas una nueva situación. Perdonar, aprender de la situación y fortalecer las relaciones interpersonales ayuda a mejorar las próximas negociaciones.

  6. Ordenar las emociones en primera persona. Definir el problema específicamente, compartir los sentimientos propios, sin juicios, críticas o culpas innecesarias, disminuye la tensión defensiva y mejora tanto la comunicación, como los resultados.

  7. Aliviar tensiones con humor. Tomar las cosas con calma y afrontar las expectativas no logradas con buen ánimo. Evitar el sarcasmo ofensivo.

  8. Tomar un tiempo, sin prisa. Regálate la oportunidad de preocuparte más tarde, de posponer tu enojo durante 30 minutos, para pensar tiempo después qué decisión tomar. En un periodo de pausa, las emociones bajan su intensidad y permiten un mejor análisis de los hechos. Al responder por impulso, por querer parecer más hábil o valiente, en realidad solo se pierden herramientas de control sobre la situación.

  9. Hacer ejercicio. La actividad física reduce el estrés, así el autocontrol será mayor.

  10. Desarrollar técnicas de relajación. Practicar la relajación mental y muscular, con ejercicios de respiración profunda, sesiones de música, meditación, aromaterapia o posturas físicas de estiramiento.

  11. Escritura expresiva. Mientras no es conveniente hablar, se puede escribir de forma descriptiva los pensamientos. Desahogar los sentimientos, aún por escrito, ayuda a calmar las emociones y reacciones temperamentales, mientras se presenta la oportunidad de expresarlo verbalmente con más calma.

  12. Buscar ayuda profesional. Cuando el enojo se convierte en ataques de ira, fuera de control, que terminan en lastimar a los demás o causar un daño propio. Para mayor información, enviar consultas vía inbox.



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