¿Cuáles son los beneficios de escuchar música? ¿Se puede considerar como fuente de apoyo en algunos tratamientos médicos? ¿Qué sustancias químicas se involucran en el proceso?
La música es uno de los mayores estímulos de placer y sus efectos provocan la estimulación cerebral necesaria para la liberación de una importante hormona en el cerebro, la dopamina. Esta sustancia química es responsable de las sensaciones placenteras, la coordinación muscular, la regulación del aprendizaje y la memoria, entre muchas otras funciones.
Actualmente, existen diferentes investigaciones que reflejan las consecuencias químicas que produce la música en el cerebro. Escuchar una composición musical puede crear fluctuaciones emocionales, desde la nostalgia y el dolor, hasta la alegría y la motivación inconsciente. Por obvias razones, dependerá del estilo de música, las letras y otras variaciones, su influencia en el estado de ánimo y algunas características de personalidad.
Aprender a tocar un instrumento provoca conexiones neuronales que activan y estimulan las regiones del cerebro que controlan las funciones motrices, cognitivas, emocionales y sociales. Por ello, la musicoterapia resulta una herramienta de apoyo eficiente para el tratamiento de algunos trastornos como las demencias mentales, la enfermedad de Parkinson o el autismo.
¿Cuáles son los efectos positivos de la música en el cerebro?
- Aumentar la capacidad de memoria, atención y concentración.
- Mejorar la habilidad para resolver problemas complejos.
- Motivar diferentes formas de expresión y manejo emocional.
- Fortalecer el proceso de aprendizaje, en todas las edades.
- Estimular la creatividad y la imaginación infantil.
- Mejorar la percepción del dolor, el humor y la motivación.
- Regular el sueño, la presión arterial y la relajación.
- Desarrollar habilidades de lectura, escritura, lenguaje verbal y cálculo.
- Atenuar los efectos de algunas enfermedades, como el Alzheimer o Parkinson.
- En combinación con la danza, estimula los sentidos, mejora el equilibrio, fomenta la coordinación y tonifica el desarrollo muscular.
Además, se ha demostrado que escuchar música desencadena cambios de conducta (en relación a estados de alerta y calma), de afectividad (induce estados emotivos) y metabólicos (aumento de dopamina en el cerebro). Por lo cual, resalta la importancia de escuchar música positiva, relajante o con ritmos alegres, ya que por el contrario algunos tipos de música pueden contribuir al desarrollo de estados ansiosos o cuadros depresivos.
Al vincular la música y sus efectos con el bienestar personal, resalta la re-armonización de sentimientos y estados de ánimo, así como notables mejorías en el dominio del cuerpo, con una buena organización de las relaciones espaciales.
Cabe mencionar, que el tono y el volumen de la voz de una persona, reconocidos como sonidos rítmicos, pueden delatar su situación emocional actual y ciertas características de su personalidad, ya que se considera el medio de expresión más completo.
Otro motivo de estudio son los "ear worms" que no dejan sacar una canción o un ritmo de la cabeza, esos "gusanos musicales" tan simples ocasionan que algunos circuitos neuronales se repitan varias veces. Cuando esto sucede, se sugiere escuchar otros ritmos que ayuden a deshacer el bucle en el cerebro.
El poderoso impacto de la música permanece aún en evolución cultural, como a lo largo de la historia. Definitivamente, es muy recomendable incluír en la rutina diaria un poco de ritmo musical, que permita disfrutar de sus efectos principales como son fortalecer directamente el sistema inmunológico y brindar la sensación de bienestar emocional. Para mayor información, enviar consulta vía inbox.
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