¿Qué es la autoestima? ¿En qué consiste el auto-sabotaje inconsciente? ¿Qué factores pueden afectar el desarrollo de nuestro auto-concepto? ¿Cómo mejorar los hábitos de auto-cuidado?
La autoestima es la valoración que uno hace sobre uno mismo. Es la evaluación perceptiva de nuestros pensamientos, conductas, emociones, experiencias, así como los rasgos de nuestra forma de ser y características físicas. Este conjunto de auto-percepciones puede marcar una tendencia positiva o negativa, lo cual impactará en nuestro desarrollo personal y desempeño de roles familiares, sociales, laborales, entre otros.
El autosabotaje inconsciente de la autoestima se refiere a las propias acciones y pensamientos que desestabilizan o dañan el concepto de uno mismo, aún sin hacer conciencia de ello. Son ideas negativas recurrentes, falta de confianza en las propias habilidades, auto-críticas constantes, dudas respecto al buen desempeño personal en diversos ámbitos, inseguridades sobre la personalidad o la exaltación de defectos físicos, que terminan por desmoronar una buena auto-imagen.
¿Qué factores afectan negativamente nuestra auto-percepción?
- Comparación: Descalificarse, sentirse inseguro, incapaz, triste, culpable o inferior, al compararse con las capacidades o características de los demás.
- Autoabandono: Desatender las propias necesidades, sentir vergüenza de ser uno mismo, permitir la apatía emocional y la pérdida de intereses personales, dejar de disfrutar los propios talentos, descuidar la salud física o mental, evitar poner límites en las interacciones sociales, desentenderse de los autocuidados básicos e higiene personal.
- Dependencia: Evadir responsabilidades, reprimir emociones, dejar que otros minimicen los propios sentimientos, miedo paralizante al cambio y poca confianza en uno mismo.
- Victimismo: Creer que no existe solución para algo o que nada va a cambiar, culpar a otros, crear resentimientos, sentir impotencia, injusticia y soltar la responsabilidad de mejorar.
- Perfeccionismo: Rigidez, prejuicios, miedo al fracaso o a cometer errores, altas exigencias y frustración, desilusiones, necesidad constante de demostrar algo o de tener el control.
- Traumas: Dolores del pasado, pérdida de libertad por heridas o cargas emocionales no resueltas, historial de rechazos, arrepentimientos, negación de compromisos, alimentar angustias, desconsuelos y desesperanza.
Una autoestima saludable se relaciona con la propia aceptación de cualidades y defectos, la práctica de buenos hábitos de auto-cuidado y el desarrollo de un auto-concepto positivo. Afortunadamente, siempre se puede reforzar estos pilares para mejorar la relación con uno mismo y nuestro entorno.
¿Cuáles hábitos ayudan a mejorar el auto-concepto?
- Encontrar una pasión y un propósito personal.
- Ser congruentes para defender nuestras convicciones.
- Respetar nuestras necesidades y marcar límites.
- Ser conscientes de nuestras fortalezas y logros.
- Aceptar la responsabilidad de nuestras decisiones, acciones y consecuencias.
- Perdonar nuestros errores, corregirlos y aprender de la experiencia.
- Afrontar el miedo al cambio, a los fracasos, al rechazo o abandono.
- Soltar la desconfianza en uno mismo y la constante necesidad de validación social.
- Trabajar en el autocontrol de emociones e impulsos.
- Cambiar las creencias limitantes por expectativas más realistas.
- Cuidar la forma de hablar y tratar con uno mismo.
- Motivar la curiosidad por nuevos aprendizajes.
- Agradecer y empatizar con todas nuestras experiencias personales.
