¿A qué se refiere el acoso laboral? ¿Cuáles son sus estrategias más comunes? ¿Qué acciones se recomiendan frente a esta situación?
El término inglés “mobbing” significa asediar, acosar o acorralar en grupo. Es actualmente utilizado en investigaciones para representar los casos de abuso en el trabajo, como una fuerte problemática social a nivel mundial. En México, poco más del 50% de los trabajadores han sufrido este fenómeno.
El acoso laboral se define como la acción de uno o varios hostigadores para producir miedo, desprecio o desánimo en un trabajador afectado. Esto tiene como principales consecuencias que la víctima no disfrute su trabajo y experimente estrés innecesario, soportando constantemente una violencia psicológica injustificada a través de actos negativos y hostiles, dentro o fuera del trabajo. Se puede desenvolver por parte de grupos externos, compañeros, subalternos o incluso de los superiores (bossing).
Lo que se pretende con esta intimidación es provocar perturbación emocional y posibilitar el abandono del trabajo de la víctima, la cual se considera por sus agresores como una molestia o amenaza para sus intereses personales (necesidad de nuevo puesto, ambición de poder, posición social o mantenimiento del statu quo).
Este tipo de abuso laboral se produce de forma recurrente durante un tiempo prolongado, ya sea por varias semanas o meses. Algunas ocasiones, en los casos más graves se presentan hasta agresiones físicas o riesgos de alta intensidad.
¿Cuáles son las estrategias conductuales más habituales?
Gritar o insultar a la víctima cuando está sola o en presencia de otras personas, asignar proyectos con plazos imposibles de cumplir, sobrecargar de trabajo al empleado selectivamente, amenazar de manera continua, quitar áreas de responsabilidad clave para generar el aburrimiento y la renuncia voluntaria. Modificar sin avisar las responsabilidades de su puesto, tratar de manera discriminatoria, excluir de actividades, trasladar a puestos inferiores para rebajar su sueldo, retener información crucial para inducir a errores en su desempeño laboral, acusar de negligencia, difamar a la víctima o bloquear el desarrollo de su carrera profesional, criticar continuamente su trabajo y sus propuestas, ridiculizar los resultados personales obtenidos, invadir la privacidad del acosado, atacar sus convicciones personales o creencias religiosas. Además de animar a otros compañeros o jefes a participar en cualquiera de las acciones anteriores.
¿El acoso laboral actúa sobre un perfil específico?
No, en realidad el acoso no solo se presenta para la eliminación de un compañero incómodo, si no que frecuentemente pretende mostrar a las víctimas el poder de las jerarquías. Algunos ejemplos son el “mobbing maternal" representado por el acoso contra mujeres embarazadas en el área laboral, otro caso frecuente se encamina hacia los trabajadores más destacados, profesionales envidiados por el éxito social o familiar, buena fama, inteligencia o apariencia física. En algunos casos mínimos, también puede ser dirigido hacia los superiores. Es notable que ningún perfil profesional o puesto laboral está exento a sufrir de estos abusos.
En promedio, las profesiones más afectadas son las administraciones públicas, los profesores, los informáticos, los profesionales de la salud, el personal de turismo, comunicaciones, personal de instituciones financieras y profesiones artísticas. Las consecuencias psicológicas se centran en trastornos por estrés agudo, crisis de ansiedad, fatiga crónica, altos niveles de frustración, auto-concepto deficiente, inseguridad emocional, entre muchos otros efectos que se pueden culminar en una fuerte tendencia hacia la agresividad.
¿Qué acciones tomar frente a esta situación?
Algunas propuestas inmediatas serían identificar el problema e informarse sobre el tema, documentar y registrar las agresiones lo antes posible, evitar reaccionar "sin control" ante los ataques. En algunos casos es recomendable la confrontación asertiva, desarrollar como buena defensa una autoestima autónoma, proteger los documentos y guardar bajo llave los archivos propios, evitar el total aislamiento social y hablar con alguien de confianza sobre el acoso, ya que comunicar las preocupaciones permite una mayor capacitación profesional y libera tensiones para mejorar el manejo emocional.
En los casos de mayor gravedad, es recomendable solicitar la baja laboral, así como la renuncia voluntaria o la demanda legal antes de pasar a mayores riesgos. Se requiere buscar desde el principio consejo legal y asesoramiento psicológico especializado. Para mayor información, enviar consultas vía inbox.
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