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Emociones: ¿Cómo mejorar las relaciones interpersonales?

Las buenas relaciones personales son fruto del esfuerzo, la paciencia y mucha tolerancia. Algunas personas poseen la cualidad innata de establecer fácilmente vínculos afectivos y conexiones profundas con sus cercanos. Para otras personas, resulta difícil mantener una relación aún de forma superficial.


El miedo al rechazo, los juicios, la desconfianza, algunas sombras del pasado o carencias afectivas como parte de su historia personal, frenan este desarrollo social natural, convirtiéndolo en una pesadilla o incluso, en una fobia social.


Las relaciones interpersonales forman parte importante del ciclo de vida. Desde la dinámica familiar y la etapa escolar, hasta temas de pareja, amistad, ámbito laboral o simplemente recreativo.



Conscientemente, la búsqueda constante de afines y aprobación social, mantiene la motivación activa para establecer vínculos con los demás. Inconscientemente, algunos patrones de pensamiento o conductas de evitación sabotean estos esfuerzos.


¿Cómo mejorar la calidad de las relaciones interpersonales?


1- Entrenar la capacidad de "escucha activa". No solo callar mientras el otro habla, si no poner atención real en el contenido y la forma del mensaje que se comparte

2- Practicar la empatía. Comprender desde el contexto del otro, ser capaz de ponerse en los zapatos de los demás, evitando juicios propios.

3- Confiar en sí mismo. Ser congruente en lo que se piensa, se dice y se hace.

4- Evitar alimentar los miedos. Esto puede tensar la comunicación y crear obstáculos limitantes.

5- Buscar la conversación. Compartir la opinión propia sobre un tema y hacer a un lado el monólogo personal absoluto, para dar tiempo a conocer la opinión de la otra parte.

6- Relajar el semblante. La comunicación no verbal es imponente, un gesto amable disminuye las tensiones. Los nervios pueden insensibilizar las facciones y aparentar desacuerdo o rechazo. La sonrisa, por el contrario es una señal de paz y aceptación.

7- Aprender a manejar la ira. Para facilitar la resolución de conflictos, es necesario gestionar las emociones. Ser asertivo para expresar el enojo, minimiza el impacto de las consecuencias.

8- Compartir elogios sinceros. Una buena costumbre es valorar lo bueno y resaltar las cualidades de los demás. Los defectos resaltan por sí solos y crean barreras defensivas.

9- Valorar otros puntos de vista. Para cada contexto, hay diferentes percepciones. Ver los conflictos desde otros ángulos puede ayudar a resolverlos en menor tiempo.

10- Cumplir compromisos. Dar valor a la palabra, con el esfuerzo de cumplir las responsabilidades o promesas. Disculparse cuando no sea posible, expresa interés y respeto por la otra persona.


Estas son algunas recomendaciones sencillas para poner en práctica. Para mayor información, enviar consultas vía inbox.



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